viernes, 19 de enero de 2007

¡Estamos dentro!

Ha sido difícil, pero lo hemos conseguido: tenemos dos entradas para el concierto de Nueva York del próximo 25 de marzo. Estaremos en la grada, pero después de como se han desarrollado los acontecimientos, no creo que podamos quejarnos en absoluto.


Todo a empezado a las 15.50, diez minutos antes de la puesta a la venta de las entradas, cuando Kiki Monroe y un servidor hemos establecido contacto telefónico. Las primeras medidas a tomar han sido comprobar el correcto funcionamiento del código de usuario de la web, necesario para la compra, y escribir en un papel el número de la tarjeta de crédito, con unos números tan grandes que hasta Sergio sin gafas podría haberlos visto (lo prometo).

Desde aproximadamente las 15.55, mi razón de ser en el mundo ha sido actualizar la página de compra de manera histérica y mirar como el reloj iba desgranando los segundos. "Faltan tres minutos... faltan dos minutos... falta un minuto... no queda res..." Entonces, sucede: la voz de Kiki se sobrecoge y exhala un ahogado "ya". Efectivamente, actualizo y estamos dentro. Nombre de usuario, contraseña, código de seguridad, selecciono la zona, solicito dos entradas y continuo con el proceso, o almenos eso pretendía, porque entonces aparece ese fatal mensaje, que en castellano vendría a ser algo como:

sois tan histéricos que queréis entrar todos a la vez y habéis saturado el servidor
inténtalo de nuevo

Siento entonces lo que es fundirse en la mierda (que gran frase eh, Anaos) y trato de actualizar la compra, mientras constato que a Kiki le sucede exactamente lo mismo. Se me empiezan a acabar las ganas de cachondeo y paro el disco que en esos momentos reproduce "Funeral for a Friend" (llámame oportuno). Después de actualizar la página 17 veces y tratar de volver a entrar otras seis desde la página de origen, empiezo a hacerme a la idea de que la posibilidad de ir a Nueva York sin entrada está cobrando cada vez más fuerza. Alguien está comprando entradas y no somos nosotros.



Sin embargo, cuando las esperanzas empiezan a agotarse e incluso hemos colgado los teléfonos, un mensaje en la pantalla de mi ordenador me hace ver la luz al final del túnel: mi petición está siendo cursada y las entradas se mostrarán en pantalla en cuanto estén disponibles. Pienso si me quedo como un capullo mirando la página y esperando una actualización que puede no llegar nunca, o si bien sigo actualizándola como un loco. El sentido común me indica lo primero, así que hago lo contrario, y, entonces, el milagro ocurre: dos entradas en la primera grada del Madison (mejor que quedarme en la calle con cara de burro y perderme a George Michael saliendo de una tarta, o algo semejante).

Comunico el hecho a Kiki Monroe y la informo de que tengo siete minutos para confirmar la compra o perderemos las entradas. Le doy cinco para conseguir unas mejores. No parece haber opción, así que sigo con la compra y me encuentro con un test psicotécnico de lo más curioso que tengo que rellenar en 4 minutos y 48 segundos si no quiero quedar estigmatizado el resto de mi vida. Escribo los datos sin problemas pero, en el último momento me encuentro con una casilla que reza: "Day Number". ¿Número del día? ¿La fecha de hoy? ¿Para qué piden la fecha? ¿Es una broma? Decido dejar la casilla en blanco, para ver si me explican qué debo poner, y entonces me encuentro con que la información que debo introducir es el "código de número del día perteneciente a mi región que no debe exceder los seis dígitos". ¡Claro! De toda la vida, ¿o no? Como soy tonto, intento introducir la fecha (19012007), pero eso son más de seis y no lo acepta. Cuando ya estoy muriendo, Kiki haya la explicación y me dice lo que tengo que hacer:

¡¡Invéntatelo!!

Y por supuesto, una vez más, haciendo las cosas de la manera más estúpida, nos salvamos por los pelos y conseguimos nuestras preciadas entradas. Estamos dentro y el próximo 25 de marzo, aunque sea desde el fondo de las gradas del Madison Square Garden, NY se enterará de lo que vale un peine...

1 comentario:

kiki_bcn dijo...

Me estoy partiendo de risa!! Si es que ya lo digo yo que bajo presión una puede sacar el máximo rendimiento de su pobre cerebro

Ah! hasta el momento no he tenido narices de descubrir qué es el day number...ni el mismísimo Google lo sabe!